viernes, 19 de mayo de 2017

¿The Beer Box?

Juré que nunca volvería a visitar esta zona tan cerquita de la avenida Mario Colín y de la estación Tlalnepantla del Tren Suburbano. Por desgracia, la premonición resultó equivocada por cambios inesperados que nos depara la vida.

La primera vez que llegué a ese lugar (en la Calle Sor Juana Inés de la Cruz No. 2-1) mi habitual nerviosismo destrozaba la poca paciencia que en ese momento aún conservaba. No tenía la menor idea de dónde estaba ni a quién iba a dirigirme para la entrevista previamente pactada por el 15 aniversario de este peculiar recinto. Para colmo de males, iba con dos horas de retraso y la sospecha de que, por impuntual, iban a mandarme directito al carajo. Por fortuna, no fue así.

A once años de ese encuentro, no negaré que una sonrisa se dibuja en mi rostro al recordar el encuentro con la “barra brava”, comandada por el genial Chuyasso, en ese lugar donde uno se la podía pasar bien: el mítico Café ES3.

Los recuerdos se agolpan y se convierten en verdaderas ráfagas de golpes anímicos al pensar en Alma “la chica kamikaze”, en Sol “la milagrosa”, en Aura “la chica cronopio”, en Juan, en Saúl, y en tantas vivencias que pasamos, siendo parte de algo de lo que nunca fui.

¿Why don’t you play the game? Daftpunk empieza a sonar en la rockola de mi mente.

Odio que pase eso. Nada que unos cuantos golpecitos en la sien con el índice no puedan solucionar.

"Y nos dieron las diez y las once…las doce y la una y las dos y las tres".

Esto está peor. La fórmula resultó contraproducente y la consecuente oleada de vivencias no tardó en llegar a mi mente y mi corazón.

La verdad es que nos podían dar las seis de la mañana y aún podíamos seguir ahí, cuando el tiempo era algo relativo, como los sueños y las emociones que produce el querer comerse al mundo a tus 18 años.

Ahora, a los 29, y después de jurar que nunca volvería a visitar esta zona tan cerquita de la avenida Mario Colín y de la estación Tlalnepantla del Tren Suburbano, me encuentro con una infame lona negra con la leyenda “The Beer Box” en lo que alguna vez fue un lugar donde uno se la podía pasar bien.

No vengué la memoria de nadie a pedradas contra los cristales como lo hubiera hecho Sabina, tan sólo contemplé por unos segundos ese lugar, encendí un cigarrillo y seguí mi camino con otra selección aleatoria de mi rockola mental: "En Comala comprendí que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver".

Maldito Sabina, cuando te esmeras en desmadrar algo, lo consigues con una canción u otra.


Salud por él.

martes, 27 de septiembre de 2016

Novatos

Dos de la mañana. El trabajo aún no está listo. He visto una y otra vez esa escena y hay algo que no termina por gustarme. He probado con casi todos los ritmos que conozco y ninguno encaja ni con los gestos de la chica ni con los movimientos del chico.

He probado con Jazz, Funk, Soul, Rock, Pop…pero resulta inútil.

Necesito encontrar el feeling indicado para terminar el trabajo antes de que amanezca. De lo contrario estaré en problemas. La razón es simple: el dinero que me dieron como adelanto se transformó en uno de mis bonitos vicios musicales que no pienso perder a unos días de haberlo estrenado. 

-¿Qué tan difícil puede ser musicalizar una escena porno?

Novatos. No tendrían idea de cómo empezar.

lunes, 29 de agosto de 2016

¡Bienvenidos!

¡Bienvenidos al circo de la soledad!

Donde personas sin alma buscan entretenerse con las desdichas de los artistas que ofrecen lo mejor que tienen en el espectáculo cotidiano que la vida les ofrece.

Donde la alegría es sólo una ilusión, donde la verdad se esconde tras caretas que simulan sonrisas. Donde el saberte solo no es una tragedia, todo lo contrario, es el contexto idóneo para definir tu realidad.

¡Bienvenidos al circo terrenal donde el cielo y el infierno comparten escenario! En el que voluntaria o involuntariamente, nos tocará enfrentarnos al público para ofrecer nuestra mejor presentación.

miércoles, 10 de agosto de 2016

Sin espacio para otras perversiones

Olvida todo lo que has planeado. Permite que ambos podamos sentir y disfrutar de este momento sin limitaciones ni prejuicios. Todo estará permitido...

¿Estás dispuesto a que intentemos alcanzar nuestros sueños?

Quizás no son los mismos, quizás nuestra historia termine en el momento en que empiece a ser contada. No estoy en la búsqueda de un hombre con quien pasar mi vida entera y tú, querido, tampoco buscas un virgen inmaculada que te acompañe por el resto de tu vida.

Ambos deseamos lo mismo, ¿por qué es tan difícil llevarlo a cabo si ambos hemos dejado las cosas claras?

Ven, hagamos las travesuras que de niños nunca te atreviste a realizar. Permíteme ser tu cómplice y tu secuaz. Date la oportunidad de seguir con ese juego y acompáñame a hacer otras vivencias parecidas.

Escucha, mira, observa por primera vez lo que realmente soy. Una extensión de ti mismo. El reflejo que no te gusta observar porque, como aquel conjuro, destruiría la imagen de lo que crees que eres.

¿Desde cuándo te dio tanto temor ser tú mismo? ¿Por qué decidiste esconder tu forma de ser? ¿Qué te hizo decidir alejarte de mí?

Es tiempo de fundirnos de nuevo. Aquí no hay espacio para otras perversiones. Lo único que nos salvará será el amor. Lo demás, puede esperar.

martes, 14 de junio de 2016

Capítulo II: Quemar las naves

Creo que disfruto el "quemar" las naves.

Encender el fósforo y dejarlo caer en el chorro de combustible que en cuestión de segundos se convertirá en un luminoso camino de destrucción que arrasará con todo lo que encuentre a su paso.

No hay nada que se tenga (o se deba) rescatar. Aún aquellas cosas valiosas que nos ayudaron a llegar hasta nuestro destino tienen su lugar en el fuego.

Pero, ¿qué significa quemar las naves? 

De nueva cuenta, Axnubia se encontraba divagando en sus frecuentes soliloquios. Una fotografía de los "buenos tiempos", había sido la causa por la que nuevamente hurgaba en los escombros del pasado. 

Intentó olvidar. Pero al cerrar los ojos, su mente le reveló claramente la imagen de las naves ardiendo. El aire huyó se su cuerpo y una aguda punzada se clavó hasta lo profundo de su pecho.

-A pesar de todo, los fantasmas del pasado siempre encuentran la forma de lastimarnos-, pensó en voz alta mientras intentaba recobrar el aliento (y quizás, la cordura).

Había sido una sensación desagradable, pero nada comparado a las veces en las que se habían burlado de su forma de ser. O en las que le escupieron a la cara. O cuando le traicionaron, amigos o amores.

Tal vez el pensar todo eso le ayudó a recuperarse más rápido e involuntariamente, le motivo a regresar a los escombros del ayer. Grande fue su sorpresa al encontrar algunos tesoros que habían resistido el paso del fuego. 

Axnubia entendió que pese a todo, existen cosas que nunca perderán su valor en nuestra vida, por lo que decidió rescatarlas para intentar recomponerlas en su presente.

El resto de los hallazgos, de nueva cuenta, formaron un bonito incendio que Axnubia disfrutó con una sonrisa mientras sus sentidos regresaban al presente. A su realidad. A su nueva nave.

lunes, 9 de mayo de 2016

Capítulo I: Redención

-Es la única forma de cambiar las cosas...

Durante horas, Axnubia repitió esta frase como una oración en la que no creía, pero al menos, lograba calmar su ansiedad. 

Las palabras, esas infinitas conjugaciones de letras que tanta dicha le habían causado ahora se convertían en una poderosa maldición capaz de infringir un daño similar al peor castigo físico que pudiera soportar. O al menos, eso creía. 

-Es la única forma de cambiar las cosas. Sentenció por última vez. 

Axnubia cerró los ojos. Sintió sus mejillas húmedas mientras intentaba, en vano, dejar de temblar y evitar perder la cordura ante lo que ella misma había definido como "lo inevitable". 

Un silencio sepulcral (vaya ironía) se apoderó del ambiente. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve. ¡Bang! 

El estruendo del revolver cuidadosamente seleccionado para la ocasión terminó súbitamente la ausencia de ruido. El cuerpo de Axnubia comenzó a caer. 

¿Hacia el cielo? 

El escándalo del disparo había logrado su cometido. 

Axnubia despertó. 

-Quizás no es la única forma de cambiar las cosas, susurró mientras la luz del sol se colaba por las rendijas de su ventana. 

Así, Axnubia comenzó a buscar una nueva forma de poder cambiar la realidad...su realidad. El camino a su redención.

jueves, 4 de junio de 2015