lunes, 9 de mayo de 2016

Capítulo I: Redención

-Es la única forma de cambiar las cosas...

Durante horas, Axnubia repitió esta frase como una oración en la que no creía, pero al menos, lograba calmar su ansiedad. 

Las palabras, esas infinitas conjugaciones de letras que tanta dicha le habían causado ahora se convertían en una poderosa maldición capaz de infringir un daño similar al peor castigo físico que pudiera soportar. O al menos, eso creía. 

-Es la única forma de cambiar las cosas. Sentenció por última vez. 

Axnubia cerró los ojos. Sintió sus mejillas húmedas mientras intentaba, en vano, dejar de temblar y evitar perder la cordura ante lo que ella misma había definido como "lo inevitable". 

Un silencio sepulcral (vaya ironía) se apoderó del ambiente. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve. ¡Bang! 

El estruendo del revolver cuidadosamente seleccionado para la ocasión terminó súbitamente la ausencia de ruido. El cuerpo de Axnubia comenzó a caer. 

¿Hacia el cielo? 

El escándalo del disparo había logrado su cometido. 

Axnubia despertó. 

-Quizás no es la única forma de cambiar las cosas, susurró mientras la luz del sol se colaba por las rendijas de su ventana. 

Así, Axnubia comenzó a buscar una nueva forma de poder cambiar la realidad...su realidad. El camino a su redención.