jueves, 4 de junio de 2015

Nada que discutir

No hay nada más que discutir...

¡Los que están mal son todos ustedes!

Luz y Obscuridad

Todos tenemos un poco de luz y de obscuridad por dentro.

El reto es aprender a dejar fluir ambas facetas en el momento justo, en equilibrio y armonía con nuestros sueños.

¿Similitudes?

Soledad. Lejanía. Indiferencia. Abandono. Alejamiento. Ausencia. Despedida. Todas estas palabras son tan diferentes como las emociones que generan en nosotros.

¿Por qué buscar hacer similitudes entre ellas, o peor aún pensar que son sinónimos cuando estamos sin estar...y viceversa?

Travesías

Travesías que buscan convertirnos en algo que no somos (ni queremos ser).

Lo importante es no caer en juegos que rayan en lo mediocre al que buscan llevarnos para terminan perdiendo por falta de malicia (o exceso de confianza, según se vea).

No todos buscamos llegar a la zona de confort que algunos se ufanan en alcanzar, hay otro tipo de locuras que se disfrutan en silencio, pero con mayor regocijo.

Lo importante es no perder de vista lo que queremos, con el simple objetivo de estar bien y en paz.

Ni más, ni menos.

Lo difícil es decir adiós

Lo difícil es decir adiós. Dejar ir las personas, los momentos, las historias que forjaron tu realidad.

Encontrarte de nueva cuenta en un paisaje arrasado por una catarsis que destruye (o mejor dicho, purifica) nuestro presente suele ser aterrador, pero a la vez, emocionante.

El precio al recobrar la libertad, en ocasiones, se compensa con la despedida de aquello(s) que ya no aporta(n) nada a tu existencia. 

En resumen, y por irónico que parezca, vale la pena despedirse de aquello que alguna vez nos resultó placentero o nos llegó a hacer felices.

Pérdidas

Somos lo que perdemos. Se escucha de manera recurrente cuando las cosas no van del todo bien. Sin embargo, parece que no nos damos cuenta de una realidad más trágica: al ser lo que perdemos, terminamos (en casos extremos) perdiendo lo que somos.

Por irónico que parezca, resulta que no es lo mismo, pero al final es igual.

Derechos

Tienes el derecho irrenunciable de decir lo que quieras.

Tengo el derecho irrenunciable de evitar escuchar lo que quieras decir.

Felices, los que no esperan nada

Felices los que no esperan nada, pues no serán decepcionados.

Dichosos los que aprenden pronto que las palabras se las lleva el viento si no son seguidas de acciones que las respalden.

Bienaventurados los que aún buscan conservar el honor y la lealtad, pues la vida nos permite conocer a personas con esas mismas cualidades. 

Por ellos, por los que se muestran y son amigos en las malas y las peores. 

¡Salud y muchos años más!

Perder el tiempo

Tiempo de crecer. Tiempo de madurar. Tiempo de comprender. Tiempo de aprender. Tiempo de cosechar...

Sinceramente, llega el momento en el que uno se cansa de todo eso y lo único que se busca es dejar de perder el tiempo, aún con las cosas más optimistas.

Confía

Confía, aunque te demuestren una y otra vez que la traición es una práctica común aún en quienes te rodean, no dejes de confiar.

No tienes por qué cambiar tu forma de ser por culpa de los demás.

Palabras

No había amor ni compromisos que los unieran de forma estrecha. Sólo su palabra; la promesa más leal, pero a la vez desdeñada por la mayoría de los hombres en estos tiempos donde la moral no tiene cabida en la vida de los mortales.

Ella sólo jugaba. No buscaba más que resolver sus asuntos y pensar que le veía la cara de imbécil.

Él se divertía. Puede que sí tuviera ese semblante, pero era un poco más inteligente de lo que ella creía.

Ambos esperaban el momento indicado para arrancar las caretas de su prójimo, sólo que él no lo hacía por la diversión que le generaba el engaño de esa mujer, y ella a su vez, buscaba preservar mantener a ese imbécil que le ayudaba aún conociendo sus malas intenciones.