sábado, 21 de enero de 2012

Antes de despertar

Todas las noches, espero el resguardo de las estrellas para buscarte nuevamente en mis sueños; y al estar junto a ti, aprovecho cada segundo para crear una nueva historia que voy escribiendo con la tinta de la felicidad efímera, del romance fugaz que se terminará cuando suene mi viejo despertador. 

Desde hace tiempo, me aterra que llegue el amanecer, porqué sé que tendré que apartarme de tus labios que me han provocado ser un adicto a tus besos; de tu piel de ángel que podría asemejarse al resplandor de la luna y de tu mirada, tan pura, que desvanece poco a poco las tristezas y los desencantos que provoca la vida. 

Porque era la mujer más hermosa que había visto en mi vida. 

¡Me niego rotundamente a abandonarte a cada puesta de sol! No quiero alejarme de tus brazos cada noche ni regresar a la realidad que nos condena a morir en la melancolía de los recuerdos; la misma que poco a poco nos van secando el corazón y destruyendo nuestros sueños. 

¿Acaso existe algún secreto para vivir en esta fantasía y lograr ser feliz a tu lado? 

Claro que existe. Y es tan simple que no puede seguirse ocultando: Sólo tienes que cerrar tus ojos y empezar a imaginar los colores de tus sueños y a crear las historias que has tenido guardadas en el diván de la soledad y la incomprensión que busca disolver nuestra alegría. 

Y por último, pero no menos importante, debes aprender a dibujar el contorno de su cuerpo y los matices de la persona que tanto has buscado en las noches de luna llena. 

Porque algunas ocasiones, basta un beso para demostrar que lo que sientes es más que una utopía.

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