viernes, 20 de enero de 2012

Prostíbulo

Bienvenido extraño. Es un placer conocer a nuevas personas que buscan un poco de diversión obscena en esta corrupta y sucia ciudad en la que vivimos.

Sabes, no es muy frecuente que vengan por estos rumbos personas como tú…Con la juventud en el rostro y la ansiedad de un depravado en el corazón. 

Eres alguien diferente. a estas alturas la mayoría de mis clientes ya estarían sobre mí con un morboso placer y con una mirada muy parecida a la de un loco, pero tú…Tú sólo quieres platicar. 

Aún así no hay consideración con tu tiempo. Si quieres malgastarlo hablando conmigo, hazlo, la verdad me da igual si conversamos o si nos revolcamos en la cama. 

¿Que cómo es la vida de una prostituta? Cómo la de cualquier otra persona, la diferencia, es que nosotras no somos tan hipócritas…Todos saben que por un tiempo vendemos nuestro cuerpo al mejor postor. Pero ¿Acaso alguien no se vende incluso por menos que nosotras? ¿Cuál es la diferencia entonces? La mayoría de nosotros tenemos precio, sólo es cuestión de negociarlo. 

Además, te acostumbras a conocer a todo tipo de gente; desde pervertidos y mal vivientes que tienen por costumbre malgastar el dinero que les llega a las manos, hasta niños asustados, disfrazados de adolescentes, que vienen casi a rastras porque sus padres buscan convertirlos en “hombres”. 

¿Qué irónico, no? En el fondo, esos niños son mucho más hombres que sus progenitores. 

Y casi siempre muñeco, el peligro nos rodea en todo momento y por eso debemos protegernos de aquellos que buscan mancharse las manos de sangre de mujer. De esos bastardos que piensan que golpeando a una chica se vuelven más machos. 

Idiotas. Se les olvida que una mujer fue la causante de que vinieran al mundo y que lo hicieran un lugar peor para sus hijos. 

Y no puedo olvidar a mis compañeras de alcoba. ¿Quién se negaría a un momento de placer que te ofrece un buen trago o a un viaje directo a la inconsciencia, con polvos que curan el dolor? Vaya, te han mentido guapo, en una habitación de hotel pueden ocurrir tantas cosas, que incluso podrían espantar a cualquier pecador en muy poco tiempo. 

Para serte sincera, mentiría si te dijera que no me he acostumbrado a este ambiente. Si no fuera así no hubiera regresado a este lugar; probablemente la soledad es la única compañía que no quiero volver a conocer. Prefiero a mil hombres en una sola noche, que mil lunas sin nadie que quiera compartir mí cama. 

¿Enamorarme? No seas tonto, corazón; el amor es algo que no es bueno conocer en este sitio, casi siempre terminas con el corazón partido, y con una sensación de creer que lo mejor que puede pasar en tu vida es la muerte. No, ese sentimiento no debe ser conocido aquí, en donde se fingen orgasmos de placer y se juega con la lujuria y la mentira. 

Pero bueno querido, tu hora acaba de terminar y mi trabajo apenas empieza en esta noche. Fue un placer charlar contigo, generalmente es lo último que un cliente quiere hacer, pero por favor no vuelvas a venir por aquí. 

Quizás todo esto sea una broma para ti, pero este es mi estilo de vida y no siento remordimiento alguno por ser lo que soy. 

Para ti sólo seré una puta por vender mi cuerpo, pero mis sentimientos no tienen precio, mi corazón nunca estará en venta. 

Quizás con el tiempo, encuentre una nueva identidad y a alguien que me quiera por lo que soy y no por lo que el prejuicio de la gente le haga pensar. 

Gracias por esta noche cariño, pero no vuelvas aquí nunca más.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario