domingo, 11 de marzo de 2012

El Sueño

Hace un tiempo, un sueño me atrapó en su macabra fantasía en la oscuridad de una noche sin estrellas, provocando más de mil emociones distintas en cada lágrima derramada.

En esa realidad efímera, me encontraba junto a ti, como siempre, platicando sobre cualquier cosa, aprendiendo a enamorarme de tu sonrisa, aferrándome a la idea de no dejarte ir en ningún momento. 

De pronto, irrumpían nuevamente en tu vida los fantasmas del pasado, aquellos que habían destrozado tus sueños y se habían burlado de tus sentimientos, reclamando el lugar que tú misma les habías otorgado en el ayer. 

Exigiendo volver a ser parte de tu vida, con las consecuencias que esto implicaría. 

Y en ese momento…una tensa calma se apoderó del pequeño lugar en el que estábamos. Había llegado el momento de decidir entre el pasado y el futuro, entre ellos o nosotros. 

No tuviste que pensarlo mucho, y para tú fortuna, decidiste regresar a esa vida que tanto te agradaba y te lastimaba a la vez. Y, por obvias razones, yo no estaba contemplado en ese camino. 

-Habrá un tiempo en el que habrá tiempo para los dos- me dijiste con un beso que ambos sabíamos que sería de despedida, y sin mirar hacía atrás, me marché a buscar bajo el cobijo de una ciudad tan gris como los sueños destrozados, un poco de cordura y de licor, para aminorar el recuerdo de tus lindos ojos y tu piel de melocotón. 

En ese momento, la realidad abrió mis ojos cegados por el dolor y la veracidad de un sueño que no quisiera recordar más, ya que esa historia tuvo un final profético, pues ahora vivimos nuevamente en mundos distintos, aferrándonos a nuestros recuerdos que poco a poco han condenado nuestro presente y sepultado nuestro futuro.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario