lunes, 20 de febrero de 2012

¿Existen los muñecos de carne y hueso?

Cierto día, conviviendo con unos amigos, me percate de algo que sacudió repentinamente mi humanidad...¡Cuanta gente existe con el complejo de muñeco de aparador!

Vivimos tratando de ser las personas que los demás quieren que seamos, no podemos demostrar lo que pensamos o lo que sentimos por temor al rechazo. La soledad es un estado de ánimo que evitamos a toda costa, para bien o para mal, porque nadie en este mundo es capaz de estar solo mucho tiempo. 

Para colmo, si nos terminamos 'reprimidos' corremos el riesgo de encontrarnos en una situación de ser tomados cómo muñecos de aparador, es decir, que solo servimos para vernos bonitos o para ser la compañía idónea de un individuo, claro, a costa de ser ridiculizado, humillado o simplemente ignorado.

¿Hasta cuando vamos a dejar que otros nos traten cómo muñecos vivientes? Pues sencillamente, hasta que nosotros mismos nos valoremos por lo que somos, existen tantas personas que nos respetan y nos estiman, pero que nosotros mismos hemos callado con nuestras actitudes.

Resumiendo toda esta palabrería: ¿Qué estamos dispuestos a hacer para no sentirnos solos?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario