lunes, 6 de febrero de 2012

Una bella ilusión

Quisiera poder tocarte. Sentir que estás más cerca de lo que puedo imaginar. Saber que puedo encontrar bajo la luz de la luna la silueta de la musa de la danza, el encanto de las diosas del paraíso.

Descubrir una nueva mujer en cada palpitar del corazón, en cada beso que te he robado, cada vez que me pierdo en tu mirada. 

Deseo aprender a dibujar tu silueta en el aire y, con un poco de imaginación, convertirla en algo tan real…tan mío, que una noche no bastaría para navegar en tu piel de melocotón ni para descubrir el néctar de tus labios carmesí. Las estrellas serían envidiarían cómo me pierdo en tu desnudez. 

He aprendido a disfrutar cada segundo que tengo con la mujer que me envenena con sus besos, aquella que con su mirada te hipnotiza el alma, de quien tengo que alejarme en cada madrugada. Más, el recuerdo de cada oportunidad en que logramos estar juntos, alienta mis días y aligera las noches de soledad. 

Porque al estar unidos, dejamos que la pasión nos envuelva con sus lazos de perversión y permitimos que el placer fluya a través de cada poro de nuestro ser. 

Algún día espero tener el valor de decirte que, aunque sé que no eres mía, moriría por contemplar tu belleza sin miedo a nada, desearía poder bailar contigo al compás de la canción más hermosa que podría escribir en un segundo para ti. 

Espero, en alguna ocasión, tener la oportunidad de decirte “Te quiero” antes de que esta realidad tan sombría me vuelva a destrozar el corazón.

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